El caso de Yordanis Nieves Méndez, un joven cubano de 19 años que luchó hasta el final contra serias complicaciones médicas, terminó en tragedia cuando falleció el pasado lunes 12 de agosto tras una larga batalla que no pudo ganar.
«Me estoy viendo morir aquí con 19 años» «no me quisieron operar en ese hospital (…) llevo dos años esperando sin comer por la boca»
fueron las desgarradoras palabras de Yordanis en una entrevista realizada el 3 de junio de 2024. Con estas declaraciones se volvió viral tras compartir su historia desde la cama donde permanecía postrado, en condiciones precarias de salud. El régimen cubano, al negarle asistencia médica adecuada, condenó al joven a una lucha prácticamente imposible.
«Estoy pidiendo ayuda, necesito ayuda para salir de aquí»
imploraba Yordanis en un video que fue visto por miles.
El abogado de inmigración, Miguel Inda-Romero, con quien tuve la oportunidad de conversar, intervino en su caso tras la cobertura inicial de Noticias 23 en el mes de junio. Inda-Romero se ofreció a tramitar una visa humanitaria que permitiría a Yordanis viajar a los Estados Unidos para recibir el tratamiento médico que necesitaba desesperadamente. Lamentablemente, la burocracia y los procesos prolongados impidieron que la ayuda llegara a tiempo.
«Me sentí muy triste, como que le fallé» «Hablaba con él todos los días, le daba fe y esperanza de que se iba a salvar»
me confesó el abogado entre lágrimas. A pesar de haber hecho todo lo posible, la visa humanitaria no fue aprobada a tiempo.
El peso de la burocracia
Según Inda-Romero, los procesos para obtener una visa humanitaria pueden durar hasta un año, un tiempo que el joven simplemente no tenía. A pesar de haber solicitado que el caso fuera procesado de manera expedita, no se logró la aprobación necesaria antes de su fallecimiento.
«Mi sugerencia sería tener un personal en inmigración que se encargue de acelerar estos casos cuando la vida de una persona depende de ello»
afirmó el abogado.
el joven de 19 años recibió ayuda directa desde Miami, cientos de personas le enviaron dinero y también insumos médicos. Hoy muchos lamentan su muerte pero al menos desde la distancia no lo dejaron desamparado como hizo su propio gobierno.