
En una jornada electoral marcada por la alta participación y la tensión, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha proclamado a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales con un 51,2% de los votos. El anuncio se realizó unos minutos después de la medianoche local, tras seis horas de un dudoso recuento.
El candidato opositor, Edmundo González Urrutia, obtuvo el 44,2% de los votos, según los datos oficiales proporcionados por el CNE. Estas cifras contrastan con las declaraciones previas de la líder opositora María Corina Machado, quien afirma que el 70% de los votos favorecen a González Urrutia, basándose en el 40% de las actas en posesión de la oposición.
Por otra parte Machado cuestionó la legitimidad de los resultados, señalando:
«No sabemos de dónde sacó el CNE las otras actas. Esta es la elección con más participación de la historia y no descansaremos hasta que se respete la voluntad del pueblo venezolano.»
La oposición ha convocado a sus seguidores a mantenerse atentos y movilizados, mientras se preparan para impugnar los resultados oficiales y exigir una revisión exhaustiva del proceso electoral. En las próximas horas se esperan más declaraciones y acciones por parte de los líderes opositores y del gobierno.
El ambiente en las calles de Venezuela es de incertidumbre y expectativa, con ciudadanos esperando ver cómo se desarrollarán los eventos en los próximos días.
Venezuela, un país con una rica historia de luchas por la independencia y la democracia, ha pasado por numerosos cambios políticos a lo largo de los años. Desde su independencia de España en 1811, liderada por figuras icónicas como Simón Bolívar, Venezuela ha experimentado tanto períodos de estabilidad democrática como de dictaduras militares. En las últimas dos décadas, el país ha estado en el centro de la atención mundial debido a su agitada vida política y económica.
Nicolás Maduro es el actual presidente de Venezuela, sucesor de Hugo Chávez, quien gobernó desde 1999 hasta su muerte en 2013. Maduro ha sido criticado por su autoritarismo, la mala gestión económica y la represión de sus opositores, llevado así al país a una profunda crisis política y humanitaria. Se estima que casi 8 millones de Venezolanos han abandonado el país, generando la mayor migración del mundo sin tener una guerra.
Las elecciones de hoy son vistas por muchos como un punto crítico en la lucha continua por la restauración de la democracia y la estabilidad en la nación.